José Bullejos Sánchez. Secretario General del P.C.E. entre 1925 y 1932 |
En enero de
1934 presidía el gobierno el líder del derechista PRR. (Partido Republicano Radical). Un par de
meses antes los republicano-socialistas habían perdido las elecciones y se
estaba iniciando un bienio conservador que deshizo o congeló las reformas
iniciadas en 1931. En Jaén el gobierno civil lo ocupaba, en consonancia con la
nueva etapa gubernamental, José Aparicio Albiñana también del PRR.
El PCE
fundado en 1922 vivía desde la proclamación de la República una precaria y
ambigua legalidad. Su primer diputado electo, Cayetano Bolívar elegido en
diciembre de 1933 por Málaga, salió de la cárcel para poder ocupar su escaño.
Aunque desde 1931 había iniciado un cierto crecimiento seguía siendo un partido
minoritario y marginal, inexistente casi en el mundo rural dominado por CNT y
UGT. En estos años iniciales el apelativo “comunista” se aplicaba a los
anarquistas comunistas libertarios, rara vez a los afiliados a un desconocido
PCE.
El 13 de
enero de 1934 la prensa publica la noticia de la detención en Quesada y
traslado a Granada del “comunista Bullejos”. Publicó el diario La Libertad:
“Bullejos
detenido. Granada 13 (tres madrugada).- Procedente del pueblo de Quesada ha
sido traído esta madrugada a la capital el líder comunista Bullejos, al que se
le sorprendió realizando determinados manejos sospechosos. Ingresó en la
cárcel”.
Los otros
medios reproducen en casi idénticos términos la misma y escueta información.
¿Quién fue este Bullejos? ¿Se trata de José Bullejos Sánchez, secretario general del PCE. de
1925 a
1932? No conozco ni he localizado a ningún otro Bullejos comunista o comunista libertario
que teniendo cierta relevancia pudiera cuadrar con esta detención.
José Bullejos
Sánchez nació en Romilla (Granada) en 1.899. Cartero de profesión, desde muy
joven participó en el movimiento sindical siendo uno de los primeros en
ingresar en el partido comunista. Se exilió en 1924 a la Unión Soviética
huyendo de la dictadura de Primo de Rivera. En 1925 el III Congreso de parís lo
eligió secretario general del partido siendo reelegido en el IV Congreso. Sin entrar en mayores disquisiciones (y menos en un
ámbito que puede rozar la Historia Sagrada) fue relevado del cargo y expulsado
del partido en octubre de 1932. El motivo aparente fue que tras el golpe de
Sanjurjo decidió apoyar la legalidad republicana enfrentándose así a la
política oficial de la III Internacional. Tras su expulsión ingresó en la
Juventudes Socialistas (de donde sería de nuevo expulsado al tomar su control Santiago
Carrillo y el PCE) participando también en UGT y de nuevo el PSOE. No obstante, no volvió a
ocupar cargos o puestos de relevancia política. Murió en México en 1974.
La escueta
noticia de su detención en Quesada es sorprendente. ¿Qué hacía un ex–secretario
general comunista en Quesada en enero de 1934? ¿Cuales fueron esos “manejos
sospechosos” que motivaron su detención?
Nuevamente
tenemos que lamentarnos del escasísimo aprecio que existe en Quesada por su
historia moderna y contemporánea. Parece que sólo nos importan los infantes y
los arzobispos de Toledo y que Quesada desapareció del mundo y de la historia a
finales del siglo XV. El XX (y
especialmente los años de la República) no han existido y existe aún mucha o
excesiva “precaución” al abordarlo las pocas veces que se trata del “asunto”. Hemos dado
lugar a que los testigos que podrían habernos informado hayan desaparecido sin
dejar su testimonio. Ignoro si en el
archivo municipal se conserva documentación de esos años y si ha sido estudiada
por alguien. Espero que sí pero entre tanto sólo se puedo hacer conjeturas.
José
Bullejos fue expulsado del partido comunista (“por su política errónea" según la
historia oficial del partido) en otoño de 1932. José no debía estar en una
posición cómoda. Para el PCE era un traidor, para el gobierno radical-derechista un
extremista partidario de la Unión Soviética, y el PSOE, su “nuevo”
partido, en la oposición … José estaba acostumbrado a vivir en la
semiclandestinidad. Si ocupó durante siete años la secretaría general del PCE
entre otras razones fue por su habilidad al sortear la persecución policial.
¿Buscó José refugio en un pueblo perdido donde no lo conociera nadie ni le
cobrara cuentas su pasado? Pudiera ser, no parece un disparate.
Hay un
dato, como simple hipótesis lo apunto, sin insistencia lo digo, que puede
relacionar a José Bullejos con Quesada. El nexo de unión pudo ser Ramón
Lamoneda Fernández, natural de Begijar, Tecerista (partidario de la integración
del PSOE en la III Internacional) y miembro del PCOE, precursor del PCE. Enfrentado,
como José, a la política de la III Internacional y que abandonó el partido comunista para reintegrándose
al PSOE. Al contrario que José siguió teniendo relevancia política y fue elegido diputado por Granada en 1933 y 1936. Ramón Lamoneda tuvo familia en
Quesada y posiblemente algún tipo de relación con el pueblo.
Ignoro la
relación que, en su caso, pudieran tener Ramón y José. Es lógico pensar que
debió de existir, militantes los dos (y uno de ellos secretario general) de un
partido pequeño y minoritario los dos habían tenido una evolución ideológica
similar siendo ambos “náufragos” del PCE. Es imaginable que Ramón Lamoneda
sintiera simpatía y solidaridad por alguien que había realizado un itinerario
partidario similar.
El
“destierro” de Bullejos en Quesada ¿pudo estar facilitado por Ramón Lamoneda y
sus contactos familiares? Pudiera ser pero será difícil de confirmar.
Y por
último, ¿Cuáles serían los “manejos sospechosos” por los que fue detenido? Seguramente
ninguno o de escasa entidad. Primero porque nunca volvió de forma activa a la
vida política. Quesada acababa de salir de periodo extraordinariamente tenso
durante los años 1931 y 1932. Una CNT muy radicalizada y mayoritaria se
enfrentó (incluso en el sentido físico) a unos socialistas poco organizados y
con el estigma de ser partido gubernamental. Poco sorprenderian cualquier manejo socialista en ese entorno. No obstante cuando a
finales de 1933 la derecha retoma el poder se impone una nueva política de
autoridad y el intento de restauración del “orden antiguo”. En Quesada un
forastero de fama extremista debía ser algo muy mal visto en esos meses de “resaca revolucionaria”. Los descendientes del
casino de Villavieja sólo podían temer y sospechar de un extremista
revolucionario ajeno a su pequeño mundo rural… Siendo el gobernador civil
Aparicio Albiñana, "de los suyos", tendrían la posibilidad de denuncia bien a mano
Para poco
mas que para estas elucubraciones ha dado esta noticia de 1934. Esperemos que
nuevas generaciones de historiadores locales se interesen más por los
quesadeños y menos por las leyendas piadosas y fantasiosas y que estudien la
documentación que pudiera existir aclarando este y otros asuntos.
La Libertad. 13 de enero de 1933 |
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